En las paredes colgaban cientos de huesos empalados con agujas, dibujos de esqueletos y columnas, colgajos de piel engañosamente reales hechos de silicona y con cicatrices, joyas decorativas y textiles finamente cortados con un láser. Sí, un Atelier muy luminoso en el antiguo puerto de Ámsterdam, pero que parecía un oscuro laboratorio secreto de Hannibal Lecter en el "Silencio de los corderos".
Sus creaciones sobrepasan los límites de lo realizable. Coagula gotas de agua creando cuellos transparentes, energiza a sus modelos con rayos portátiles, evoca nuevas formas de impresiones 3D modeladas en microbacterias o diseña un vestido de la galaxia estelar, como hizo para la portada del álbum "Biophilia" de la cantante Björk, a quien por cierto adora. Iris van Herpen rompe de forma clara el significado “clásico” de la moda. Surge la pregunta, de si esto no es ya incluso toda una obra de arte.
El Musée des Arts décoratifs le rinde homenaje a la diseñadora de moda holandesa, una de las personalidades más vanguardistas de su generación. La retrospectiva que combina moda, arte contemporáneo, diseño y ciencia, es un viaje sensorial para descubrir el universo de la diseñadora, donde se puede observar la fusión entre tecnología y artesanía tradicional de alta costura.
La exposición mostrará alrededor de 100 ejemplares de sus diseños de moda y entrarán en diálogo con una selección de obras de arte contemporáneas, instalaciones, vídeos, fotografías y objetos de las ciencias naturales, para vivir una experiencia inmersiva de luz, espacio y música.