En mi última columna hablé sobre el cabello y las religiones. Curiosamente, ni mencioné una de las culturas más importantes con rituales capilares: la africana. Cuando vine, hace muchos años, como estudiante a Francia, me alojaba en una residencia donde la mayoría de mis compañeros eran de origen africano. Al principio no salía de mi asombro cuando veía las horas que dedicaban a sus peinados. Pasábamos todo un fin de semana charlando y cocinando mientras se hacían unos a los otros sus peinados trenzados. Pero he de reconocer, que con cada trenza que se hacía, se unía un lazo de amistad. Una amistad para toda la vida.
Pero con sólo pasear un sábado por la mañana por los alrededores de las paradas de metro Strasbourg-St. Denis y Château d’Eau entenderéis lo que os quiero decir. Allí encontraréis un salón Afro al lado de otro y todos ellos llenos de gente que desean hacerse trenzas multicolor, rapados temáticos, alisados extremos o coloraciones con estampados de leopardo, por ejemplo. Os aseguro que allí no existen límites de creatividad. La tendencia más actual para este verano es el Look Afro a lo Jimi Hendrix: encrespado natural con forma redondeada. Cuanto más grande, mejor. En los años 60 y 70 este Look era el símbolo del movimiento Black-Power americano. Hoy vive su renacimiento en las calles de París. Los salones ya tienen todas las fechas cogidas para el festival Afro-Punk que tiene lugar justo el fin de semana de la famosa festividad nacional del 14 de julio.
¿Afro-Punk? ¿Nunca habéis oído hablar del Afro-Punk? Todo comenzó con un documental estadounidense dirigido en 2003 por James Spooner y Matthew Morgan. Ellos acompañaron a jóvenes afroamericanos con gustos musicales no típicos en el mundo “Afro”: Hip Hop, Rap, Jazz o Reggae. Ellos no llevaban las típicas sudaderas, camisetas de baseball, joyas, trajes o ropa etno en colores verdes, rojos o amarillos. Ellos preferían el Punk-Sound de la clase trabajadora blanca con cortes mohicanos. De esta manera descolocaban los estereotipos tanto blancos como negros. De ahí resultó en el año 2005 el festival Afro-Punk en Brooklyn. Un festival para “negros” con música alternativa; difícil de clasificar. Pero con un éxito inesperado. El movimiento Afro-Punk fue creciendo y expandiéndose hasta llegar incluso a Atlanta, París, Londres y Johannesburgo.
Hoy en día ya no es sólo un festival musical y cultural, se ha convertido en todo un evento de moda. Ningún otro festival ha conseguido movilizar de tal manera la comunidad africana de toda Europa como este. Viajan desde Londres, Bruselas, Colonia, Madrid, etc. para disfrutar del Afro-Punk. Ty Hunter, el estilista de Beyoncé, viajó el año pasado desde EEUU para participar en el festival y comentó lo siguiente: “Para mí, este festival es sobre todo un evento para la vista, para mis ojos. Sin duda, una fuente de inspiración. Aquí se vive simplemente la “Black Attitude”.“ Pues efectivamente – mejor no lo podría haber descrito ni yo misma.
www.afropunk.com