EL MUNDO DE LA MODA PARISINA

Un beige de histeria

El mundo de la moda parisina es un universo aparte, donde las cosas se localizan y se publican de diferente manera. Mientras que ahora, durante la Fashion Week, todos enloquecen, Mademoiselle Lili se parte de la risa pensando en los gazapos verbales de Loïc Prigents.

Catherine Deneuve, la Grande Dame del cine francés, suele ser más bien de elegancia reservada, pero ni siquiera ella pudo mantenerse seria cuando tuvo que leer en una miniserie las anécdotas ingeniosas que publicó Loïc Prigent de los diferentes eventos y encuentros de moda. 


“Nuestra lista de candidatos es tan larga que la mayoría de ellos ya habrán cumplido los 45 años antes de poder empezar unas prácticas con nosotros.” 


“¿Qué eventos hacer hoy? – Todos. – Claro, no has estado donde Céline esta mañana.” 


“Estoy otra vez a hiper-dieta. Todo el día sólo a bombones y agua mineral.” 


“Mi agenda es una locura. El lunes tengo 10 dîners.“ 


“No digas: presuntuoso e impagable. Di: … una colección de gran calidad.” 


“Lujo es, cuando te da igual que tu teléfono esté al 2%.” 


Loïc Prigent twitea desde el año 2011 múltiples conversaciones sinsentido, algunas divertidas y otras malévolas, que se lanzan desde el universo de la moda parisina hacia el mundo exterior. Y con éxito – tiene más de 258.000 seguidores. Ha publicado hasta un libro de ello “J'adore la mode mais c'est tout ce que je déteste” (Adoro la moda pero es todo lo que detesto).

Aún no se ha traducido a otros idiomas, pero os puedo decir que se ha convertido en algo así como mi Biblia. Me gusta leerlo en voz alta para encontrar consuelo respecto a este mundo que parece estar totalmente enloquecido. Es mi histamina del humor contra todas aquellas personas que parecen sufrir urticaria frente a los tonos beige que no sean precisamente un beige de histeria. 


En verano finalizó en el tradicional centro comercial parisino - Le Bon Marché, la divertida exposición “Entendu au Bon Marché” de Loïc Prigent, donde se escondía como un ratoncito invisible en los cambiadores y anotaba las frases célebres que se decían en ellos. Queda en el aire, si todas esas frases son reales o fantasía entre él y su amado lápiz. Da igual, son simplemente geniales. Encontramos citas como: “Busco al sublime, no neo-sublime ni post-sublime, sólo algo sublime. Nada complicado.” Desde entonces lo tengo enmarcado como póster en mi cocina. También me costó decidirme si comprarme un delantal en el que ponía “Busco algo más Geisha y menos Bombón” o una camiseta que decía “¿Qué dices? Siempre he tenido 38 años.”. Pues finalmente me decidí por la camiseta y es ella, la que me acompaña a diario en mi deporte. 


Cada frase de él es ingeniosa. Sacadas del contexto e impresas sobre papel, son absurdas, pero realmente geniales, y más, cuando piensas en el mundo de la moda parisina. Y tal y como twiteaba Loïc Prigent sobre París: “Bienvenidos a la clínica psiquiátrica Open-Air mejor vestida del mundo.”