ROOFTOP-BARS

En lo más alto…

El comienzo del verano es la época más bonita para disfrutar de París. Se siente el aire cálido, se llenan las terrazas y los pies vuelven a ser libres luciendo su belleza. A Mademoiselle Lili le encanta despegar y aterrizar en los “Rooftop-Bars” más de moda de la ciudad.


Si pudiera dibujar un momento que expresara la felicidad de la vida parisina, sería una terraza iluminada con los últimos rayos de sol del día, en la que la gente disfruta de su momento de relax tomándose una copa de vino. Los marineros son los que mejor conocen el transcurso del sol, sabiendo en cada momento dónde caerá el siguiente rayo de sol o, por el contrario, su sombra.
Para ir sobre seguro, están las terrazas de las azoteas, que permiten disfrutar de ese sol poniente, hasta que sea sustituido por la luna. Ya no es sólo porque parece que desde esos espacios se está más cerca que en ningún otro lugar del cielo parisino, sino lo que más impresiona son las vistas que se tienen desde ese punto y, sobre todo, el silencio; casi celestial. Uno de mis “Rooftop-Bars” favoritos es el Communion (34 quai d’Austerlitz), situado en la azotea de la Cité de la Mode et du Design – en un edificio extravagantemente verde y muy cerquita del Río Sena. A mí personalmente, me recuerda a un cocodrilo. Es un lugar, donde poder disfrutar de los últimos rayos de sol del día, mientras se toma un snack (Guacamole y Hummus casero) y se baila hasta el amanecer. Todo ello, con unas preciosas vistas a los Bateaux Mouches. Los DJs amenizan de forma suave durante todo el día la estancia en este impresionante lugar, pero por la noche, todo se transforma y se convierte en un local de música dónde el ritmo invita a moverse y a empezar a volar. 

Otro lugar que apenas conoce ningún turista y que he conocido, por casualidad, hace poco, es la azotea de las Galerías Lafayette (40 Boulevard Haussmann) situada en su séptima planta. Las 2 cúpulas de cristal del Cube Bar simulan a naves espaciales que nos transportan a un lugar maravilloso. Dependiendo de la época del año, ofrecen ostras o Foie Gras, una gran selección de vinos y unas vistas inolvidables. Un lugar perfecto para tomarse un respiro entre shopping y shopping. La única pena es, que cierran justo antes del cierre de las tiendas (lunes-viernes a las 19.30 h y sábados y domingos a las 18.00 h).

© Pascal Montary

Otra buena alternativa es Le 43 en la novena planta del hotel Holiday Inn (4 rue Danton). Ahí se puede disfrutar de un cóctel mientras se goza de las vistas sobre los monumentos más importantes de la ciudad: a un lado la catedral de Notre Dame y al otro la Torre Eiffel. Pero atención, si no se aloja en el hotel, debe hacer previamente una reserva. Simplemente es necesario escribir un mail a fb.notredame@hotels-res.com. Merece la pena ya que con la reserva hecha, no es necesario hacer colas para poder disfrutar del lugar. No como otros de mis Roofbars preferidos: Le Perchoir (14 rue Crespin du Gast) escondido en una calle cerca de la ajetreada Rue Oberkampf. Por afuera no se diría que la séptima planta del edificio de oficinas esconde uno de los bares más cool y hipster de la ciudad. Su decoración se basa en cajas de madera y cojines blancos, tipo ciudad hippie. Sí, recuerda estar un lugar de ensueño, como puede ser Calanques. El éxito de los diseñadores de este espacio, ha permitido que hayan creado todo un imperio de Roofbars. Me gustaría mencionar otro más: el que está situado sobre Le BHV/Marais (37 rue de la Verrerie). La azotea se abre, cuando las tiendas se cierran; a partir de las 20.15 h. Aquí también recomiendo o bien ser uno de los primeros o llegar muy tarde. Garantizo placer divino…