Manos, trabajo, arte

Todas las cosas bellas vienen de dos en dos: en Thomasine, los guantes se convierten en el accesorio de moda y el objeto de arte por excelencia. Mademoiselle Lili comienza su pedida de mano...


La artesanía es un arte y un negocio que sigue muy vivo en París: si presta atención al pasear por la ciudad, aún encontrará un gran número de pequeños ateliers en los que no solo se salvan de su desaparición antiguas técnicas manuales, sino donde también puede encargar productos totalmente personalizados que se adapten a sus gustos: desde paraguas, sombreros y grabados, hasta perfumes.


La sueca Thomasine tiene los guantes más elegantes de París. Thomasine Barnekow ha hecho su mayor aparición hasta la fecha totalmente de incógnito; luciendo sus modelos nada más y nada menos que en las manos de Kim Kardashian. En la Met Gala de Nueva York del año pasado, la estrella de los realities televisivos apareció como una sombra negra junto Demna, el diseñador de Balenciaga. Ambos ocultaban completamente sus cuerpos, incluso sus rostros y manos, bajo una tela negra.


Los guantes de Kardashian fueron confeccionados en París por Thomasine, en el pequeño taller de la histórica galería comercial Galerie Véro-Dodat, cerca del Louvre. Desde hace dos años, el fabricante de guantes trabaja aquí, con un vecindario inmejorable: el imperio del rey del calzado parisino, Christian Louboutin, el cual tiene su empresa en el otro extremo de la galería.

"Bienvenido a mi tienda de caramelitos", dice Thomasine e invita a entrar en su reino. En apenas 20 metros cuadrados se junta una boutique de guantes exclusivos con el taller, todo en un mismo espacio. Guantes en todos los tonos, materiales y formas posibles. Todos ellos alzándose burlonamente al aire. ¿Máquinas de coser? Ninguna. "Cuando hago guantes de alta costura, lo hago todo a mano; en esta mesa", dice, y toma asiento. Alcanza una gruesa carpeta de la estantería: su libro de pedidos en el que ha escrito a mano los informes de los diseñadores, las plantillas de tamaño de papel de las manos de los personajes VIP, las muestras de material y las notas de producción. El grueso libro también contiene los contornos en papel de la mano de Beyoncé, para cuyo Look de Schiaparelli, Thomasine cosió los guantes de cuero con las uñas doradas en trampantojo. La diva del pop los llevó en los premios Grammy 2021 de Los Ángeles. Hoy en día, Schiaparelli es uno de sus clientes más fieles.


"Hasta los años 60, los guantes eran uno de los accesorios de moda más importantes, también en Schiaparelli", dice. Desde los antiguos faraones egipcios hasta María Antonieta y las divas del cine de Hollywood, los guantes eran un símbolo de estatus y una expresión de refinada elegancia. La guinda del pastel que completaba un Look. La misión de Thomasine: devolver a este accesorio de moda olvidado el lugar que le corresponde.


Además de los productos hechos a medida para la alta costura, la ópera y el cine, hace mucho tiempo que también crea sus propias colecciones, que ha producido en miniediciones en fábricas de costura de guantes en Hungría o Francia y vende sus productos a través de una red de boutiques y grandes almacenes internacionales, así como en su propia tienda online. Lo más destacado: gracias al curtido especial de la piel, es posible utilizar fácilmente el móvil con los modelos "Touch" sin tener que quitarse los guantes. Algo que no solo una estrella de las redes sociales como Kim Kardashian apreciará.


www.thomasinegloves.com